Hoy es 7 del 7 del 2007. Y yo vivo en un número 34 cuyas cifras sumadas dan 7.
Esto de los números no es que me obsesione, pero tiene gracia:
Mi Seat 600 ("El Gerardito") tenía de matrícula tres cincos, tres cinco tres, o sea: M-555 353. Y algo curioso que me sucedió hace muchos años: estoy en una cafetería de Barruelo de Santullán y un amigo que entra me dice que salga a la calle a ver el coche que está al lado del mío. Tremendo!: un Seat 850, también de color blanco, aparcado justo al lado del Gerardito, y con la misma matrícula: 555 353, pero de Barcelona.
Cuando vivía con mis padres y me cambiaron el número de teléfono vi que en realidad era: dos años antes de nacer yo, dos años después de nacer yo, y el número de mi casa al revés. Y el número de Fernando, un amigo que vivía cerca, se podía obtener elevando al cuadrado los dígitos de mi nuevo número, que sólo generasen al hacer la operación una única cifra.
Claro que estas cosas provocan algunos problemillas: mi número de teléfono fijo actual es de fantasía, con seises, cincos y cuatros en progesión aritmética descendente, y ya me ha sucedido dos veces que algún informático cuando hace una programa y tiene que meter un número de teléfono al azar para hacer alguna prueba, pone el mío. Y luego se lo deja metido!.
Todos los días hay un fax de una telefónica que me llama a las 6 de la mañana (hemos tenido que poner un cortafuegos) tres veces. El año pasado tuve que sufrir cerca de 2000 llamadas de todas las sucursales de España de un banco porque habían metido mi número como teléfono de contacto de las solicitudes de tarjetas de crédito de una campaña. Alucinante!. Como no me hacían ni caso tuve que atacar con todas mis armas. Si ponías en Google "BancoX problemas", salía mi caso. Hasta en el Ciberpaís lo publicaron. Al final me pidieron disculpas y me recompensaron con un viaje a ver los Mundiales de Alemania.
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