Hace poco que he empezado a usar el nuevo sistema operativo Leopard, Mac OS X v10.5, además con el cambio a una nueva máquina MacBook Pro, y estoy encantado. Todavía estoy experimentando y analizando las novedades y he tenido muy pocos problemas (alguna aplicación que renovar) en el cambio de Tiger y mi antiguo portátil. Todo se realizó de forma fácil, con un simple cable firewire de 800 Mbps conectando los dos ordenadores, y en unas pocas horas me encontré con mi usuario perfectamente instalado, con todas las aplicaciones, preferencias, carpetas y ficheros, y todos mis correos, tal y como los tenía en el ordenador anterior.
Hay muchas cosas nuevas en Leopard estupendas: los escritorios múltiples o la visión previa de documentos sin abrir la aplicación, cuando echamos un vistazo a lo que hay en una carpeta. Pero una de las cosas más impresionantes es el sistema de backup de la Máquina del Tiempo (Time Machine).
Aparece en diferentes planos el estado de la máquina en el pasado. Con un eje de tiempos por el que nos podemos mover hacia atrás, o simplemente pinchamos en uno de los planos, y ya estamos en el pasado. Una presentación muy curiosa, en un espacio intergaláctico, y una forma sencilla e intuitiva para hacer backup. Mis felicitaciones Apple, desde que estamos en los OS X esto es una maravilla. Y las nuevas máquinas siguen siendo en su diseño y en sus prestaciones algo casi perfecto.
