
Y también, en Barruelo, he vuelto a la valla para ir hacia el Plano, donde cogíamos lagartijas y manzanas de las Monjas.
Y además este año he cubierto una asignatura pendiente que tenía desde hace mucho tiempo, subir a los Cintos. Apenas ya se ven desde el pueblo por la vegetación actual. Me costó dos días, porque el primero no sabía donde estaban (el bosque no dejaba ver los Cintos) y al final, después de atravesar una zona bastante tupida, pude quedarme con los caballos en libertad que se guarecen en los mismos Cintos, las dedalinas y observar la magnífica vista que se tiene de Barruelo desde esa altura y que he añadido al principio.Nunca podré olvidarte Paco. La conferencia que querías que diese en Palencia, vaya que si la daré.